miércoles, 14 de noviembre de 2012

Huelga general, figurita repetida




No se bien como es la frase original, pero el concepto viene a decir algo así como "Si quieres que algo cambie de verdad, no sigas haciendo lo mismo una y otra vez".  No tengo muy claro cuales son los beneficios que se obtienen de una huelga general. En mi opinión no es un concepto con el que yo me sienta muy identificado. Sinceramente no entiendo muy bien como una medida de fuerza general, que muchas veces desencadena más violencia,  pueda ayudar a mejorar la situación general de un país en crisis.  Quiero dejar claro esto es solo mi opinión, y por supuesto respeto a quien entienda la huelga como una solución valida para manifestar el descontento contra la situación general. De todas formas no es mi intención valorar cuan buena o mala una huelga general pueda resultar, en lo que si me gustaría hacer mas hincapié es en la falta de alternativas que se proponen a una solución que ya se ha utilizado muchas veces y que quizás haría falta revisar y renovar. Esta claro que los sindicatos tienen un poder de movilización muy importante, y seguramente obtengan resultados que beneficien a sus respectivos trabajadores representados. Ahora bien, utilizar todo este poder  solo para plantar la producción nacional y movilizar a un montón de gente en la calle coreando consignas me resulta un poco reiterativo, y cada vez más débil.  Esta claro que hay mucha gente que ha equivocado sus políticas de gobierno, y por supuesto no hay que permitir que esos errores se escondan tras el velo de la licencia política. La raíz de la propuesta no creo que sea el conflicto, de hecho me parece un símbolo muy democrático las ganas de denunciarlo. Con lo que no estoy de acuerdo es con los medios que se aplican para hacer publico ese descontento.  Yo creo que todos los esfuerzos confinados a una huelga seguramente se podrían aplicar de forma más creativa y  hacer llegar mejor los mensajes y solicitudes en otro formato que no sea únicamente una huelga u otra medida de fuerza. No concibo que tras toda la evolución social que supuso el siglo XX, sigamos tras una década del XXI con el mismo formato de reivindicación. No puede ser que la única forma de que alguien se haga escuchar ser cortando una calle, o prendiendo fuego a un contenedor, o tomando una plaza o un edificio publico.  Resulta muy primitivo pensar que la única forma de llamar la atención es con esas acciones y no con propuestas más pro-activas. Resulta anacrónico también pensar contamos con una tecnología de la comunicación super avanzada para seguir difundiendo y retransmitiendo el mismo modelo de protesta que usaban nuestros abuelos.  Hay algo que no cuadra en todo esto, no puede ser que la única herramienta para la que podemos usar las redes ser para colgar documentos gráficos de abusos policiales. La evolución, en todos los ámbitos, es algo que siempre se debería exigir. No podemos conformarnos siempre con el mismo modelo para hacer llegar las opiniones y reivindicaciones de los trabajadores. Si queremos cambiar realmente las cosas hay que empezar a explorar nuevas ideas que nos permitan crear algún tipo de nuevo impacto. No vamos a cambiar nada si seguimos aplicando una y otra vez una misma formula década tras década. El impacto tiene que empezar a buscarse por otra parte, para volver a captar la emoción y la identificación de muchos profesionales que no han crecido bajo el amparo de un sindicato y que no se sienten cómodos con una huelga general como principal forma de conducir sus mensajes.  En este sentido, la sociedad también debe jugar un papel importante en fomentar esta evolución.  De alguna forma tenemos que ser capaces de aprender a escuchar e identificar estos nuevos formatos y darles la misma o incluso mayor validez que a los antiguos.  Tenemos que ser capaces de identificar las noticias en formatos mas allá de los tradicionales y dar cabida a que se creen nuevas formas de protesta mas modernas y orientadas a crear un cambio mediante otras armas mas allá de las medidas de fuerza. Las causas y la situación general esta mas que clara, y por supuesto que cualquiera que omita la necesidad de movilizar a la sociedad para pedir soluciones no creo que este valorando correctamente la realidad en la que vivimos. Este post es simplemente intenta reflexionar sobre como seguimos afrontamos los problemas de la misma forma, y sobre la falta de creatividad que muchas veces empaña la forma de manifestarnos como sociedad. Ahora mas que nunca, si realmente queremos un cambio a todos los niveles de nuestra gestión social, tenemos que empezar por plantear las cosas que queremos de otra forma, desde otro angulo, con otro prisma, enfoque, o posición... en definitiva, hacer algo diferente. 

domingo, 30 de septiembre de 2012

Diferentes historias, pero con una misma presión




Siendo, ahora mismo, la 1:00 am (Madrid + 2:00 GTM) del 1º de Octubre y con exactas 24hs de reflexión post-partido, creo que hay muchas lecturas que se pueden sacar del frío 54-15 que ayer dejo el marcador del estadio único tras los 80 min de test-match. La primera y mas clara es que Nueva Zelanda es un mas justo campeón de esta primera edición del nuevo “Rugby Championship”. Resulta completamente envidiable el hambre de títulos que siguen teniendo los All Blacks cada vez enfrenta cada uno de los test-match que el calendario les pone delante. La combinación optima de técnica y rigor físico que proponen los hombres de negro suele resultar demasiado contundente para cualquiera que decida enfrentarlos bajo las reglas del Rugby Union. Suyos son los récords de regularidad y de títulos globales en todas las modalidades que el Rugby moderno puede ofrecer. Pero esta claro que vivir al limite de la estadística y los récords pasa factura, y sino hablen con Sergei Bubka a ver que les cuenta. Yo creo que existe una segunda y mucho mas interesante lectura del partido de anoche. Lo que se vivió ayer en el estadio de la plata, a mi entender, fue un choque brutal de presiones históricas de ambos equipos. Esta claro que sobre el papel hablamos de historias y realidades diferentes, pero si buscamos un nexo de conexión entre esas historias y realidades asimétricas, yo creo que la presión que vive y soporta cada equipo es un punto sobre el que debemos detenernos y reflexionar. 

Exactamente veinticuatro años le tomo a NZ revalidar su condición de favorito mundial en la elite del deporte ovalado. Veinticuatro años donde a pesar de arrasar con las competiciones y las giras anuales, los mundiales se les resistían de cuatro en cuatro y la tras cada fracaso la presión aumentaba en los siguientes 4 años de preparación. Para cualquiera que pueda entender la presión que suponen esos 24 años para una nación que respira Rugby en cada uno de sus alvéolos, le resultara entendible ver como el equipo neocelandés intenta arrasar a su rival en cada partido que disputa. Es algo completamente lógico y por supuesto producto de esa presión por tener que revalidar en cada partido esa inusual condición de favorito. Digo inusual, por que para cualquier otro deporte igual resulta raro que el favorito mundial sea el que, hasta hace muy poco, menos coronas mundiales ostentaba. Recuerdo la edición 2008 del antiguo torneo de las tres naciones donde el actual campeón mundial, Sudáfrica, doblego a los All Blacks en todos y cada uno de los partidos del torneo y finalmente se alzo con el titulo del hemisferio. En ese momento Sudáfrica era bicampeon mundial y así y todo la prensa seguía hablando de Nueva Zelanda como principal favoritos para llevarse ese torneo. Era algo increíble, y que yo al menos no he visto en ningún otro deporte. Empezó el torneo, y partido tras partido, la presión no era para el bicampeon mundial sino para los probres All Blacks a los que les exigía derrotar a Sudáfrica para evitar el papelón internacional. Esta claro que lidiar con esa presión ha hecho de Nueva Zelanda el gran equipo que es hoy; pero aun quitandose la espina de segundo mundial en 2011 los All Blacks no pueden descansar. Siguen peleando contra una presión que les exige partido a partido intentar coronar una cima falsa que año tras años crece un poco mas. 

¿Y que tendrá que ver todo esto con Los pumas?¿Como se puede comparar la presión de los ultra-favoritos All Blacks, con la de un debutante como la Argentina? Yo creo que si analizamos el camino de Los Pumas hasta este debut histórico en el Rugby Championship podemos encontrar una similitud muy importante en el papel de la presión sobre los resultados deportivos. A Nueva Zelanda le costo veinticuatro años revalidar su corona mundial de 1987. A la Argentina le tomo la mitad de esos años tan solo lograr clasificarse para disputar por primera vez una segunda ronda de un mundial (1999). Ocho años mas tarde, en 2007, asombro al mundo del rugby con un tercer puesto completamente inesperado, y que le permite pasar a formar parte del top ten mundial de equipos. Recién cinco años mas tarde de esa hazaña consigue una invitación formal para disputar por primera vez en su historia un torneo anual con las principales potencias de su hemisferio. En total son veinticinco años de esfuerzos y resultados deportivos que le permitieron alcanzar la cima de su particular montaña. 

En esos veinticinco años, la historia de la presión por los resultados deportivos, en escénica, no dista mucho de la que sufrieron los All Blacks antes de consagrarse campeones mundiales en 2011. Esta claro que en ambos casos los objetivos son completamente diferentes, por un lado estamos hablando de consagrarse bicampeon mundial y por el otro de simplemente conseguir acceder a una dinámica de competencia internacional que permita continuar con el desarrollo y asentamiento del equipo en la elite mundial del rugby. Pero si nos fijamos en lo determinantes que han sido los resultados deportivos para ambos proyectos, podremos ver que la presión por obtenerlos ha sido muy similar en ambos casos. Por un lado tenemos un equipo que salía a la chancha teniendo que revalidar su titulo de favorito mundial; y por el otro tenias un equipo que en cada partido se jugaba sus posibilidades de desarrollo e ingreso en la elite mundial. Si lo simplificas te encuentras con dos equipos obligados a ganar todos sus partidos para mantener vivos sus radicalmente opuestos objetivos. Ya sea para demostrar fortaleza competitiva o para demostrar que se podía competir al nivel de los mejores, cada resultado obtenido afectaba de igual forma a ambos proyectos. Las victorias servían para calmar los reclamos y demostrar fortaleza por un lado, y para aumentar la ilusión y seguir sumando hazañas que demostraran las posibilidades de competir en la elite por el otro. Por contra las derrotas eran sobredimensionadas y enseguida espoleaban todo tipo de dudas y fantasmas sobre la viabilidad de ambos equipos. 

Al igual que el corona mundial obtenida por los All Blacks en 2011, la inclusión de los pumas por primera vez en el Rugby Championship debería suponer en cierto modo la culminación de ambos proyectos. La coronación de la cima por la que tanto lucharon ambos equipos. Pero en cierto modo, la presión es lo que da sentido a la competencia y desgraciadamente muta tan rápido que muchas veces, logros tan importantes como los que mencionaba antes se vuelven efímeros ante los nuevos retos que aparecen el el horizonte de ambos proyectos. Volvemos a la idea de la falsa cumbre, que es imposible de coronar. 

Para los Pumas la tan ansiada participación en el Rugby Championship es una realidad mas que asentada, y a pesar de que costo veinticinco años de esfuerzos y buenos resultados, a día de hoy vuelve a ser insuficiente. A día de hoy, la presión a mutado y lo que manda hoy es perseguir el nuevo objetivo de la primera victoria y por supuesto es algo de lo mas bueno y saludable. De nada servirán los esfuerzos pasado si solo nos regodeamos en lo obtenido y se aceptan derrotas como dignas. La presión por el nuevo objetivo es lo que nos llevara a esforzarnos mas, a jugar distinto, a ir mas allá de lo que ya hemos ido y seguir dispuestos a cambiarlo todo por un poco mas. 

En el partido del Sábado, por unos minutos los pumas rozaron una nueva hazaña. Por unos minutos golpearon primero al campeón y se vieron dispuestos a pelear de igual a igual un partido por el que había luchado mucho por poder disputar. Pero enfrente había un equipo tan hambriento de presión como ellos, y que después oler la sangre del primer try de landajo no dudo ni un segundo en ir a luchar por revalidar su titulo. Una lucha de igual a igual por presiones y ambiciones que solo durante 80 minutos pudo igualar dos realidades completamente distintas. 

A mi entender los 54 puntos que ayer encajo Argentina es lo mas positivo que este Rugby Championship ha podido aportar a los Pumas. Ayer, por primera vez ser vio el fruto de la nueva mutación de la presión, y la nueva cima que hay que coronar.  Ayer se vio a un equipo argentino que lo arriesgo todo para ganar de una forma que aun no ganado a nadie todavía. Se vio a un equipo que por momentos se olvido de que enfrente tenia a los All Blacks, y que se olvido de que cada error se factura en puntos en contra. Se vio a un equipo que quería ganar jugando y no con los errores que cometiera el rival. Se vio un cambio de chip bestial en la forma de encarar los partidos, y que es meritoria en todo sentido. Por supuesto que hay que trabajar en los errores y pulir millones de defectos que mostró ayer el equipo, pero para eso es para lo que una competición anual sirve. La nueva presión que encara el equipo es ganar, pero no ganar de cualquier forma y a cualquier precio. Hay que ganar al nivel que exigen las potencias y sobre eso es sobre lo que toca ahora trabajar. Toca aprender de equipos que llevan gestionando esta nueva presión desde hace décadas, y que se juegan nuevos proyectos en cada test y en cada torneo.  

Aunque suene muy raro, yo creo que debemos disfrutemos conscientemente (amargura incluida) de lo que fue la primera gran derrota de este nuevo equipo. Esta mas que claro que si seguimos por este camino, la victoria de este nuevo proyecto es solo una cuestión de tiempo...

viernes, 10 de agosto de 2012

LAS FINALES NO SE JUEGAN, LAS FINALES SE GANAN….


A tan solo 3 días de que terminen estos XXX Juegos Olímpicos de Verano, pocas cosas quedan por definir más que numerosas finales por disputar. En este apartado, la Argentina en particular se encuentra ante dos oportunidades únicas para que sus dos generaciones de deportistas más laureados de su historia (baloncesto masculino y Hockey femenino), conquisten una vez más un triunfo olímpico que los haga perdurar como leyendas del deporte nacional.




Repasando la prensa deportiva de hoy, me he encontrado con esta noticia del diario “La Nación”, en la que se hace un pequeño repaso de lo que supone para el equipo de hockey femenino la final que hoy van a disputar, contra el seleccionado holandés, en búsqueda del oro olímpico.


Sin lugar a duda coincido completamente con lo que dice la ex arquera del equipo femenino de hockey (Las Leonas), Belen Succi, sobre que las finales son un mundo a parte.  A pesar de que a la final se llega pasó a paso, y con un importante componente táctico-estratégico. De nada vale la trayectoria, los partidos previos, la preparación, el doble turno… La final es un cuento completamente a parte. Cualquier deportista puede confirmar que las sensaciones que uno tiene ante una final, no tienen nada que ver con el resto de partidos, combates, encuentros, test-match, que hayan podido diputar antes. En una final, el tiempo y la razón se congelan por que ya no importa como se llego hasta ahí, solo importa ese momento, esa competición final donde se juega lo mejor contra lo mejor. Dan igual los equipos, los antecedentes, las estadísticas. Los dos componentes de una final son siempre lo mejor vs lo mejor. Cada deportista debe realizar una preparación mental especial para poder afrontar lo que en ese momento representa una final para su carrera deportiva. Por supuesto que el grupo existe, y se puede buscar contención en el, pero al final cada individuo deberá preparar cuerpo y su mente, su físico y su espíritu para afrontar el desgaste físico/emocional que supone jugarse el todo por el todo.

Para cualquier deportista, una final representa una dicotomia bestial de sensaciones. Por un lado se encuentra el stress previo con el componente de auto presión que ejerce cada uno consigo mismo por su ansia de competir, y por otro la ansiedad por llegar desahogo final y conocer la alegría más pura o tristeza mas amarga. Desde el minuto uno hasta el minuto final se corre, se pelea, y se sufre por conocer este resultado. Las sensaciones son tan ambiguas que dan paso a una especie de sufrimiento que se disfruta…una tensión brutal pero a la vez necesaria, una suerte de peaje previo que sin duda refleja todas las luces y sombras que la competencia conlleva.  Me resulta muy difícil pensar en una concepción de la competencia que no lleve tatuada esta tensión que regocija.  Este sufrimiento se consume ansioso por que al mismo tiempo que se sufre, también se disfruta de que para competir de verdad hay que poner  todo en juego y hay que obligarse a tomar decisiones irracionales y sobretodo hay que asumir que de la gloria al fracaso tan solo pueden separarte milésimas de segundo, y no hay forma humana de prever o entrenar esa reacción que puede definir el resultado esa fracción de segundo. Por todo esto es que una final es distinta a todo, incluso a otras finales.  La gran cantidad de componentes imprevisibles e irreversibles son los que generan ese ambiente y un contexto único de cada final. En este sentido la preparación mental de un deportista nunca debe encaminarse al ejercicio de prever estos elementos.  Es un completo gasto de energía, ya que como dijimos antes es imposible manejar todos los componentes que puedan afectar el resultado de las acciones. Entrenarse para intentar preverlo todo es una batalla perdida desde el incio. Es generar un stress insuperable e imposible de re-conducir hacia la competencia.  La concentración y preparación de un deportista ante una final, sin duda debe pasar por asumir cuanto antes que este tipo de factores imprevisibles son una realidad y que lejos de intentar controlarlos o anticiparlos, siempre hay que buscar asumirlos e intentar obtener el mayor beneficio posible de cada uno.  El entrenamiento debe pasar siempre por no dejarse vencer por todo aquello que no se controla, y por mantener siempre la concentración sobre todo aquello que si están en manos del jugador modificar. Esta capacidad es lo único que permitirá adaptar el juego ante los imprevistos que se puedan sufrir, y sin duda el equipo/deportista que mejor los domine es quien obtendrá la única ventaja con la que definir una final.

Por todo esto, un simple frase como “Una final no se juega, una final se gana o se pierde”  se convierte en una gran verdad ya que sirve para condensar todos los factores y necesidades que suponen para un deportista afrontar su ultima prueba de fuego, su ultima oportunidad de demostrar su preparación y condiciones físicas, su ultima chance de demostrar su temple y buen juicio ante situaciones imposibles de anticipar. Una final no se juega por que no hay mas chances que esta, no se juega por que mas allá de esto no hay nada más que jugar, no hay segundas chances que disputar, no hay mas partidos de grupo, clasificatorios, etc….  Una final, es la más bonita de las simplezas. Solo se gana o se pierde, no tiene mas colores. Solo blanco o negro, no hay grises balsámicos, no hay claroscuros donde refugiarse y contener el sufrimiento.  Todo eso ya quedo atrás en las fases previas.  En una final solo existe  la cruel  dualidad del que gana o el que pierde, del que triunfa o fracasa, del que perdura o el que se olvida, de la leyenda o de la tragedia.  Quien antes lo asuma, antes estará condiciones de disfrutarla y disputarla a su más pleno rendimiento competitivo.

UNA FINAL NO SE JUEGA, UNA FINAL SE GANA…. 

Sean eternos los laureles
que supimos conseguir:
coronados de gloria vivamos
o juremos con gloria morir.


Vamos Argentina!  

viernes, 6 de julio de 2012

Mas vale tarde que nunca, un gran día para la democracia argentina



http://www.lanacion.com.ar/1488272-videla-fue-condenado-a-50-anos-de-prision-por-el-robo-de-bebes

Hoy, a casi más de un año de iniciado el juicio contra el contrabando de recién nacidos en la dictadura argentina, por fin tenemos una sentencia y una condena final para los artífices de semejante atrocidad. Creo que este es otro excelente ejemplo de madurez democrática y social que brinda al mundo la argentina en este aspecto clave para el manejo de su propia historia. Sin lugar a duda la Argentina, con todos sus torbellinos sociales e institucionales, no resulta un modelo a seguir en muchos aspectos de su funcionamiento. Las grandes desigualdades sociales, el populismo cíclico que afecta a su desarrollo político, los altos niveles de corrupción internos, y la falta de un modelo económico solido que garantice la explotación de sus bastos recursos naturales son, sin duda, las principales causas de su lento y errático desarrollo. Pero de entre todo este cuadro de contradicciones surgen acciones y actitudes democráticas que resultan dignas de resaltar y envidiar por el resto de países. La historia mundial nos ha demostrado que en todas sus épocas el hombre ha convivido entre las luces y sombras de sus propias atrocidades. A lo largo de esa convivencia, poco a poco se han ido implementado diferentes sistemas, o regímenes que fomenten el tratamiento de esas atrocidades.

Nuevamente con luces y sombras, muchos se han configurado para intentar ocultar y olvidar estas atrocidades, mientras que otros lo que intentan es intentar evaluarlas, condenarlas y por sobretodo recordarlas para no volver a cometerlas. El triunfo del sistema democrático como base para las construcciones de naciones “igualitarias” y “justas”, a priori podrían entenderse como el triunfo del sistema que permite evaluar, condenar y recordar los errores cometidos por sus propios ciudadanos. Desgraciadamente, el triunfo del sistema por si solo no basta para que estos simples pasos se cumplan. Hoy por hoy muchas grandes y poderosas naciones tienen guardadas muertes y atrocidades históricas en sus cajones, y de una forma u otra manipulan el sistema democrático para evitar sacar a la luz estos puntos oscuros y que la justicia del propio sistema actué sobre ellos. Bajo el velo del silencio y la ignorancia, como principales justificantes para evitar traumas sociales, se han ocultado infinidad de atrocidades mundiales que sin duda deberían haber sido juzgadas y condenadas para sentar referencias a futuras generaciones. En este punto, las propias sociedades también resultan cómplices de esta consiente ignorancia. En este sentido es donde a mi me gustaría destacar la actitud de la sociedad argentina y la forma en que históricamente ha tenido de manejar las injusticias de su propia historia.

 Como en todo, esta actuación no siempre ha sido perfecta y podríamos enumerar gran cantidad de errores que esta misma sociedad (como conjunto) ha cometido. Pero sin duda, en el tratamiento de lo que los regímenes dictatoriales han simbolizado para todas las sociedades de los 70`s y 80`s, la sociedad argentina nunca se ha dado por vencida en su búsqueda y reclamo de justicia por las atrocidades vividas en esos años. Quitando de en medio motivaciones políticas e ideológicas, la Argentina siempre se ha mantenido muy combativa antes las injusticias vividas por los regímenes militares que gobernaron el país en diferentes periodos del siglo XX. Incluso con la democracia ya instaurada, y aun a riesgo de volver a generar inestabilidades en el país, la sociedad no dejo de reclamar por procesos judiciales que abordaran temas tan sensibles como los desaparecidos o el tráfico de recién nacidos. Por esta razón creo que la sentencia dictada hoy para los responsables de las brutalidades llevadas a cabo por los regímenes, es un triunfo histórico de una sociedad que no ha dejado que la facilidad del olvido y los intereses personales eviten que las injusticias sean tratadas y los culpables condenados. Caer en el desengaño del silencio y la ocultación como mecanismos de contención y control social, es un fallo que una buena democracia no debería cometer nunca. Espero que, como dije antes, mas allá de los errores y fallos que Argentina pueda cometer o haber cometido en otros ámbitos, este tipo fallos sean ejemplo a nivel internacional. La justicia del modelo democrático tiene capacidades mas probadas para llevar a cabo proceso donde evaluar y condenar las brutalidades mas oscuras que un país pueda tener en su historia. El olvido nunca podrá evitar que se comentan los mismos errores. En cambio hacerla publica la historia, y demostrar que el sistema es capaz de tratarla y condenarla dentro de las normas aceptadas por la sociedad es un ejemplo de conciencia y civismo social impresionante. Thumbs Up de mi parte para todos los miembros de la justicia argentina que se han involucrado en esta causa. Felicitaciones por los resultados obtenidos, y ojala que nuestra memoria histórica siga siempre viva, y que no se dejen de perseguir y condenar injusticias que por supuesto no deben ser sufridas NUNCA MAS.

jueves, 12 de abril de 2012

El respeto y la humanidad ante todo




Super interesante esta historia. Cosas como esta nos deja claro que incluso en las guerras donde desgraciadamente nos matamos entre si, la humanidad aún es capaz de abrirse camino y demostrar que sin importar el bando donde se haya luchado o se luche, al final todos somos iguales. Admiro sinceramente la capacidad de comprensión y superación de Ezequiel. Desde luego no es una situación nada fácil y creo que su manera de afrontarlo es de lo mas inteligente y humano que uno se puede encontrar. Mis mas sentidos respetos a toda su familia por el sacrificio que han dado por el país, y por la humanidad con la que han resuelto su historia con el otro bando. Thumbs up!

viernes, 10 de febrero de 2012

La importancia de conocer tu propia Historia

Interesante noticia que recoge hoy El Pais.com

"Polémica por una foto de marines de EEUU con una bandera nazi"




Creo que con sobrados ejemplos a lo largo de la historia podemos demostrar que la ignorancia histórico-cultural siempre nos llevara a repetir los mismos errores históricos, incluso en sus puntos más oscuros. Con esto no quiero decir que por una bandera y un símbolo volvamos a vivir el horror del nazismo. A lo que me refiero es a que es preocupante ver un nivel de ignorancia tan grande que lleve a unos soldados a identificarse con un símbolo contra el que sus propio ejército lucho hace menos de 70 años. De todas formas lo que más miedo da es la reacción de los responsables de permitir un error de este calibre. Enmascarar la realidad del hecho, y justificarlo bajo el velo del desconocimiento es mucho más grave que la acción en su origen. La historia existe y se documenta por una única razón: "conocerla y no repetirla sino mejorarla". Si uno de los hitos más oscuros de la humanidad no forma parte de la formación y conocimiento de la sociedad que lucho por eliminarlo... todo sacrificio pasado habrá sido completamente en vano. Está claro que la educación es la clave de las revoluciones sociales y por ello los gobiernos tienden a de alguna forma controlarla. El problema esta cuando ese control deja fuera información tan básica como esta. La misma educación que puede liderar una revolución, también resulta básica para evitarla. Hoy más que nunca está claro que la ignorancia es la clave del arma más masiva del mundo.

jueves, 9 de febrero de 2012

Todas las hojas son del viento....



Triste noticia para esta fría mañana en España! Desafortunadamente esta vida finita en la que habitamos nos deja de vez en cuando con este tipo de desilusiones. Me da mucha pena no haberlo podido escuchar en vivo, es uno de los grandes de nuestra música y al menos me consuelo con haber conocido su musica desde una generación en la que no muchos saben de lo que se esta hablando. Gracias a mis viejos por descubrírmelo. Si hay algo valoro, por sobre todas las tantas buenas cosas que me han aportado en esta vida es conocer tanta y tan buena música. Me encantaba despertarme los sábados y escuchar algún CD nuevo (aunque en realidad era bastante viejo en concepción) que el viejo se había comprado en musimundo el viernes a la tarde. Me acuerdo que me alucinaba ver cómo iba creciendo la colección de CDs y pensaba que algún día yo tendría la mía. Después obviamente vino el Mp3 y el IPod y toda esa imagen se distorsiono un poco… pero bueno, el costo que pagamos por disfrutar de semejante tecnología.
Artuad de Pescado fue mi primer contacto con el flaco, y me acuerdo que cuando escuche por primera vez “Cantata de puentes amarillos” me dejo completamente en fuera de juego. Tantos cambios de ritmo, tantas frases extrañas, tantas guitarras diferentes…. “Amazing” que diría un Yankeee. Me acuerdo que alguna vez leí a Petinato diciendo que solo había dos temas del flaco que se podían entender, el resto había que disfrutarlos…. De alguna forma sí que puede tener sentido ya que para mí el flaco es uno gran exponente del surrealismo musical argentino. El carrusel de sensaciones que puede condensar en un tema es impresionante. Tanto desde el punto de vista rítmico-musical, como del lirico con en cada uno de sus temas no consigue dejarte indiferente. De entre todo lo que nos ha dejado, me quedo con esta frase por sobre muchas otras tan excelentes como esta:

“Aunque me fuercen yo nunca voy a decir
que todo tiempo por pasado fue mejor
mañana es mejor
Aquellas sombras del camino azul
¿dónde están?
yo las comparo con cipreses que ví
sólo en sueños
y las muñecas tan sangrantes
están de llorar
y te amo tanto que no puedo
despertarme sin amar
y te amo tanto que no puedo
despertarme sin amar”


La fuerza que tiene musicalmente y una estrofa tan buena como esta solo podían ser del flaco. Me quedo también con esta reflexión que leí de Drexler y que me parece una muy buena forma de definir y homenajear la obra de Spinetta:

"Gracias Flaco por todos esos acordes y todas esas metáforas a las que nunca nos hubiéramos atrevido sin tu guía".


Todas las hojas son del viento, ya que él las mueve hasta morir, Hasta siempre Flaco.